26 de Septiembre

Sr. Gramal, hoy muy temprano que anochecí sentí soledad de aquellas solas. Pasaban las horas y era tan profunda que desaparecí, para entonces ya era un poco menos temprano. Después, casi tarde cuando el sol comenzaba a brillar, un perfumen de mujer vino a sostenerme por última vez y a dar un fuerte abrazo a sus hermanos.

Hay personas de otro mundo por acá, por eso es que a las cuatro y media de muy tarde, se van temprano para hacer profundo todo y reafirmar la místicidad esa de la vida que a los cinco años de edad descubrí: desde entonces, para ver, cierro los ojos.

* En honor a los primeros brazos familiares que me sostuvieron en este mundo.

No hay comentarios: