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Si me preguntan a que te sabes?, yo diría a noche.
Estoy cerrando la penúltima puerta, y me sabe a día.
Lo justo de algunos es lo injusto de otros.
Estoy cambiando de color, estoy diciendo adiós, estoy diciendo hola.

Si miro un poco afuera me detengo

Hay algunas cosas que tenía olvidadas…
Olvidaba que por encima de mi cielo, hay un verdadero cielo.
Que lo reconfortable de la ausencia, es la insaciable presencia de los recuerdos.
Que hay muchos mundos dentro de este inmenso mundo.
Que la demencia es certera para no salir corriendo.
Que hay una fuerza natural a la que debo respetar.
Que ocurre magia cuando canto soplando en Mi bemol.
Que hay vidas hermosas que merecen más.
Y que a los corazones rojos se les debe cuidar en especial.

Después

Sonando Chico, después Jobim, después João Gilberto, después... después todo; me doy cuenta que tengo cosas que sólo puedo decir de una manera:
Felicidade é muito melhor que tristeza; mas saudade, saudade que mata nao é melhor que mais nada para te manter vivo...

26 de Septiembre

Sr. Gramal, hoy muy temprano que anochecí sentí soledad de aquellas solas. Pasaban las horas y era tan profunda que desaparecí, para entonces ya era un poco menos temprano. Después, casi tarde cuando el sol comenzaba a brillar, un perfumen de mujer vino a sostenerme por última vez y a dar un fuerte abrazo a sus hermanos.

Hay personas de otro mundo por acá, por eso es que a las cuatro y media de muy tarde, se van temprano para hacer profundo todo y reafirmar la místicidad esa de la vida que a los cinco años de edad descubrí: desde entonces, para ver, cierro los ojos.

* En honor a los primeros brazos familiares que me sostuvieron en este mundo.

Viu?

''Aurélia amava mais seu amor do que seu amante; era mais poeta do que mulher; preferia o ideal ao homem. Quem não compreender a força desta razão, pergunte a si mesmo por que uns admiram as estrelas com os pés no chão, e outros alevantados às grimpas curvam-se para apanhar as moedas no tapete.''

Viu? José de Alencar lo sabía. Oportuna parada en Torre de Tombo. Rio Preto - São Paulo y sus regalos.

* Senhora; José de Alencar.

Octava escena: Lo agradable.

Entra con mirada firme pero sencilla; da un vistazo al mundo del desdicha y percibe que se quedará ahí por un tiempo amén. Lo último, por su parte, prepara una corta noche donde espera con brazos abiertos en primera piel, y en segunda una clave de sol incrusta en el pecho.
Se subestiman y sueltan ironías, humor negro es el que va a sobrar; terminan copas, terminan de bailar con el mar, pero aún tan cerca sólo se ven con un ojo porque así luce más graciosa la radiografía de su emoción.
Se intensifica la luz y el sonido, de repente todo desaparece y olvidan volar; lo cierto es que hay infección de poca costumbre, agitar las manos atrás-adelante ya, impide la mágica tarde en Estambul.
Después piensan que hay algo agradable, es agradable lo agradable. Sueltan risas, sonríe, sonríe y más.

Miercoles

Llegaron los 24 y la mano que andaba floja se aprieta al compás del nudo traqueal.

En una conversación típica de lunes o miércoles, camino a casa, o meninão habla de acciones trogloditamente enamoradas y recibe a cambio un puto sentimiento de corazón descalibrado.
Tenía una canción que tarareaba los martes menos típicos cuando pensaba en la fuga eficaz al país donde sumaría en vez de restar, no la recuerdo muy bien porque hoy es miércoles, casi jueves, y sólo aparece los martes, pero aún así creo que era como... "fly me to the moon, let me play among the stars, let me see what spring is like, on a jupiter or mars. In other words, hold my hand, In other word, baby kiss me..."

Me pone ácida.

Ácida como nunca, es el resultado cuando los bienes están a cuchimil cochinos kilómetros doblando a la derecha más al fondo lejos Amén.

Cortazar fue un buen compañero para el auto exilio y brote de sueños encadenados, uno fama, uno cronopio, uno fama, un manual de instrucciones para llorar, uno cronopio, uno de instrucciones para subir escaleras, uno fama, uno de instrucciones para matar hormigas en Roma; necesarios.

Bondades? far far far away como los amores; que si se quiere quedar en un sólo lugar? equívoco, continua dejando sonrisas a medio abrir (lo siento a todos); va volver a gritar? probablemente a fin de mayo en un concierto con el mismo socio sucio del año pasado.

Regresando a lo de los sueños encadenados, estos llevan un proceso; cuarto sueño en proceso: va parir en agua (con tal que no sea en aires porque I'm afraid).

El tiempo esta en maratón y lo que nos espera en este divino planeta parece cada vez más aterrador en 3d. Lima también está en maratón, nunca la vi tan Cápital como hoy... ah y eso además "de" me pone Ácida.

Dieciocho velas

La trajeron pequeñita desde el ombligo del mundo, confundida y llorosa no le quedó más que aferrarse a un pantalón de lana y una dosis de olvido a sus 7 años.
La soltaron en un mar de niños, los primeros meses sólo pintaba paisajes de cielo azul y se acercaba al jardín a oler la tierra mojada.
Fue difícil entender porque sus ojos cambiaron de color, la cocinera decía que era la enfermedad del arrancado.
A la larga la casa grande se volvió su hogar; se acostumbro a otros rasgos, costumbres, lenguas, aviones en el cielo y descubrió que a sus espaldas el mar se comía al sol a las seis.
Hace unos días, después de soplar dieciocho velas y pedir un deseo desde el fondo de su nuevo corazón, le regalaron una maleta.
Ayer la vi parada afuera del gran portón, noté que sus ojos volvieron a cambiar de color (que seria es esa enfermedad del arrancado), la cocinera dijo que ahora ella no deja de ir al malecón; extraña el olor a mar.

En el atardecer de sus días

Extraño canto de tarde, mezcla de dolor nostálgico y conmovedor júbilo; veo la expresión en su rostro y parece que quisiera transportarme a la naturaleza de sus montañas.
La verdad no entiendo en absoluto el significado de los vocablos que se articulan en sus marchitos labios, pero he quedado hipnotizada, y además creo poder comprender lo que su música significa para él.

Ya no recuerda nombres ni etiquetas; ha pasado a redescubrir los encantos de la tierra, ahora su cama se llama placer y su bastón estorbo... y ¿como habrá renonbrado al amor? yo creo que le puso Felicita.

En el atardecer de sus días la música que hace el abuelo con sus cañas y cantos causan espacios en blanco en mi; me pregunta por mi mi apellido y al oir la respuesta de alegría me besa la mano que sostiene con las suyas arrugadas de tanto vivir, mi abuelo.