De apegos y desapegos

No hay novedades sólo destapes... de todas formas ella es reincidente en apegos y desapegos; siempre se ha dicho que prefiere el trayecto de las cosas, sentarse al lado de la ventana, observar como todo muda a su redor, y así se siente segura de no saber lo que le espera y cuando le espera... pues sí, confiesa que sus frenos andan sin ajuste aún, tiene un miedo tonto al detenerse, le cuesta más la dramatización de la obra, la ejecución del proyecto que la misma creación de la novela.

Dice hola a algunos, dice chau a otros, encuentra su espacio en la cama para tener que abandonar, abraza, ríe y llora viendo un dvd de Roberto Carlos de pura emoción porque es una romántica asolapada.

Las acciones son tontas a veces, las palabras también pero el brillo es siempre sincero e ingenuo, no sabe mentir aunque lo intente; a pesar que tiene un lado que se siente gigante y valeroso cada vez que atraviesa coordenadas, acomoda el horario de su reloj y compra un ticket de metro, sabe que sigue siendo una niña... la de apegos y desapegos.
Está agudizando su sexto sentido, ese que le hablo de amores desganados y de prontos alivios; al parecer debería comenzar a entender mejor a la humanidad pero por el momento quiere seguir haciéndose la tonta porque en realidad no hay mucha vuelta que darle, ves que la última pieza que le dio su historia fue una Luna enormemente borrosa... para que decifrar más.

No hay comentarios: