Como si hubiera ido y venido en bici de Lima a Chacla 3 veces sin parar, así sentía el cuerpo, pero extrañamente no podía echarse a descansar; una dosis de 25 horas al día le había dado una radiollamada desde el Brooklyn Bridge (cosa nostra loco). Extrañamente además, estaba ofreciendo compañía cafetera a diestra y siniestra, a pesar de su loca agenda. Estaba amorooosa, regalando simpatía y escuchando 508 veces esa canción que la chica Almodovar canta a viva a voz... y cada noche vendrá una estrella a hacerme compañía, que te cuente como estoy y sepas lo que hay, dime amor amor amor estoy aquí No Ves!!!
Y extrañamente también notó que vivía junto al mar....

No hay comentarios: